Artículo 1
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.Son muchos los artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos que hacen referencia a la libertad. Así, el Artículo 13.1 recoge: "Toda persona tiene derecho a circularlibremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado". El Artículo 16.2 habla sobre la libertad del matrimonio: "Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrácontraerse el matrimonio". El Artículo 23.1 habla sobre la libertad de elección de trabajo: "Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, acondiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contrael desempleo".
En general, el derecho a la libertad aparece de forma recurrente en la Declaración Universal de Derechos Humanos. De la misma manera, son muchos los artistas que lo han reflejado en sus canciones.
Por ejemplo, José Antonio Labordeta compuso "Canto a la libertad" en 1971, en el contexto de los últimos años de la dictadura franquista:
Habrá un día
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.
Hermano, aquí mi mano,
será tuya mi frente,
y tu gesto de siempre
caerá sin levantar
huracanes de miedo
ante la libertad.
Haremos el camino
en un mismo trazado,
uniendo nuestros hombros
para así levantar
a aquellos que cayeron
gritando libertad.
Habrá un día...
Sonarán las campanas
desde los campanarios,
y los campos desiertos
volverán a granar
unas espigas altas
dispuestas para el pan.
Para un pan que en los siglos
nunca fue repartido
entre todos aquellos
que hicieron lo posible
por empujar la historia
hacia la libertad.
Habrá un día...
También será posible
que esa hermosa mañana
ni tú, ni yo, ni el otro
la lleguemos a ver;
pero habrá que forzarla
para que pueda ser.
Que sea como un viento
que arranque los matojos
surgiendo la verdad,
y limpie los caminos
de siglos de destrozos
contra la libertad.
Habrá un día...
"El himno de la Alegría", de Ludwig Van Beethoven (IX Sinfonía, IV Movimiento), es una musicalización hecha en 1824 del poema de Friedrich Schiller "An die Freude", de 1786. Rápidamente se convirtió en un simbolo de la libertad.
En 1989, esta obra, interpretada por hay más información sobre la historia de esta canción.
- ¡Oh amigos, no estas notas!
- entonemos otras más agradables
- y llenas de alegría
- ¡Alegría! Alegría!
-
- Alegría, bella chispa divina,
- Hija del Elíseo,
- penetramos ardientes de embriaguez,
- ¡Oh celeste! en tu santuario
- Tus encantos atan los lazos
- que la rígida moda rompiera;
- Y Todos los hombres serán hermanos,
- bajo tus alas bienhechoras.
- Quién logro el golpe de suerte
- De ser el amigo de un amigo;
- Quién ha conquistado una noble mujer,
- Que una su júbilo al nuestro!
- ¡Sí, que venga aquel que en la tierra
- pueda llamar suya siquiera un alma!
- Y quien jamás lo ha podido,
- ¡Que se aparte llorando de nuestro grupo!.
- Se derrama la Alegría para los seres
- por todos los senos de la Naturaleza;
- Todos los buenos, todos los malos,
- Siguen su camino de rosas.
- Ella nos dio los besos y la vid,
- Y un amigo, probado hasta en la muerte;
- Al gusanillo fue dada la voluptuosidad,
- Y el querubín está ante Dios.
- Ante dios!
- Alegres, como vuelan Sus soles
- A través de la espléndida bóveda celeste,
- Corred, hermanos, seguid vuestra ruta,
- Alegres, como el héroe hacia la victoria.
- ¡Abrazaos, Millones de seres!.
- Este beso para el Mundo entero!
- Hermanos, sobre la bóveda estrellada
- Habita un Padre Amante.
- ¿Os prosternaís, Millones de seres?
- ¡Mundo, presientes al Creador?
- Búscalo por encima de las Estrellas!
- Allí debe estar su Morada!.
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